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El deporte de competición en los niños

A la mayoría de los padres les gusta que sus hijos realicen deporte como un hobby. El deporte y la actividad física es salud, y la OMS recomienda en los niños como mínimo una hora de deporte al día. El deporte siempre ha sido y será una de las bases del desarrollo infantil. Mejorando su capacidad física a largo de la vida del niñ@,  evitaremos la mayoría de las enfermedades que en un futuro acompañarán a esa parte de la población que obvia la actividad deportiva y que disfruta más de otros placeres como pueden ser el culinario, televisivo o informático-móvil. 

Pero ¿qué pasa cuando los niñ@s empiezan a tomárselo como algo más?

Todos sabemos que el deporte es vida, pero ¿nos hemo preguntado alguna vez en que punto empieza a volverse contraproducente?

  • La obsesión con el deporte.
  • Las posibles lesiones (un Sever ( inflamación de la placa de crecimiento en el talón ) muy común en edades infantiles, o síndrome de Osgood-Schlatter (inflamación e irritación del cartílago de crecimiento en la parte superior de la tibia).
  • Frustración del niñ@ por no conseguir sus objetivos deportivos.
  • Los trastornos en la alimentación

Son algunos de los aspectos negativos que siempre han acompañado a los deportes de competición  en niños. 

El riesgo de la obsesión puede ocurrir en cualquier aspecto de la vida, en el momento que se rompe el equilibrio y las directrices a seguir.

Está claro que todo niño deportista tiene más posibilidades de lesionarse que el que no práctica, por eso los entrenamientos deben estar dirigidos por profesionales formados en todas las disciplinas  (incluyendo pedagogía, anatomía, nutrición, fisiología, y técnica de deporte en cuestión)  y si es posible respaldados por una federación. 

Una vez solventado este punto, recordemos que el entrenamiento mejora:

  • Las capacidades físicas a nivel aeróbico y anaeróbico, la capacidad de coordinación además de mejorar la capacidad intelectual ya que existen estudios donde se avala que los niños deportistas rinden mejor en el colegio que los que no practican deporte. 
  • Por su puesto la secreción de endorfinas al realizar ejercicio ayuda a elevar la autoestima haciéndole sentir mejor, se mejoran las relaciones con otros niños , ya que la mayoría de los deportes son de equipo  y les ayuda a  integrarse en nuevos grupos de amig@s.

Hasta ahora hemos destacado los puntos positivos del entrenamiento, pero ¿qué les aporta a los niños el hecho de competir?  

Cuando se compite, se afrontan los miedos , se enfrentan a situaciones de nervios, estrés, …. frustración, aceptación, el saber perder …en resumen, se van preparando para la vida y el futuro que les espera.

El deporte de competición en edades  infantiles debe dirigirse a la diversión, al disfrute de su actividad deportiva, al deporte en equipo, a mejorar la técnica utilizando juegos y a que aprendan que la humildad y el respeto es la norma universal. 


No hay nada más ejemplar que lo que observé este Sábado en Pozuelo de Alarcón en una competición de atletismo de menores, al ver que cuando una de las niñas que corría en velocidad tropezó y se fue al suelo a toda velocidad, todas y cada una de las niñas que corrían a su lado fueron inmediatamente a preocupándose por su estado de salud y en pocos Segundos el público aplaudió para que levantándose con lágrimas en sus ojos abandonará la pista con orgullo y valentía. Esa niña salió más reforzada para enfrentarse a la vida. 

Cada padre  tendrá su opinión sobre este tema y todo es respetable, no quiere decir que porque un niño no haga deporte vaya a acabar en las drogas o de botellón y fracasando en los estudios,  pero si acercamos a nuestros hij@s  a buenos hábitos,  tendrán mejores costumbres el día de mañana. 

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